Esta vivienda en esquina, ubicada en el barrio La Magdalena, Canning, Buenos Aires, se caracteriza por su diseño arquitectónico que fusiona elementos brutalistas con materiales naturales, creando una identidad única y funcional. La casa está organizada en dos bloques superpuestos: la planta baja, con un amplio living con hogar y una cocina integrada al comedor, y la planta alta, que alberga el dormitorio principal en suite y dos dormitorios adicionales. El uso de hormigón visto y madera envarillada acentúa el estilo brutalista, mientras que los parasoles de madera y el patio interior garantizan privacidad y una conexión constante con la naturaleza circundante.