La propuesta fue contundente: una casa  en donde los usuarios vivan la experiencia de habitar únicamente la planta alta. La planta baja solamente se disfruta el verde y el espejo de agua.

Los recorridos son piezas fundamentales en nuestros proyectos. El usuario tiene la posibilidad de usar una escalera o la mismísima rampa. Ellos decidirán cual será su recorrido cotidiano e inusual.

La rampa habla por si sola, expresa al maximo uno de los preceptos mas lecorbusianos: el paseo arquitectónico. Es un espacio intersticial, una transición entre el afuera y el adentro. Estructuralmente, la casa esta apoyada en cuatro tabiques centrales y  vigas de  grandes longitudes.