El acceso al refugio es gratuito para todos los visitantes y el proyecto tiene como objetivo promover la administración activa de nuestro entorno natural tanto en áreas de conservación como en nuestras ciudades.

El proyecto fue generado y diseñado por el galardonado diseñador Sarosh Mulla. La investigación doctoral actual del Sr. Mulla se centra en la creación de formas innovadoras de arquitectura para la industria turística de Nueva Zelanda, mientras continúa promoviendo el papel del arquitecto como líder dentro de las comunidades.

Mulla ha liderado un equipo de 88 voluntarios en la construcción del espacio que brinda instalaciones para grupos escolares visitantes, ecologistas y turistas. El diseño de la estructura se basa en las técnicas de encuadre del Pintoresco, pero las aplica a través de formas contemporáneas, que promueven un compromiso activo con el medio ambiente. En lugar de simplemente ver el paisaje, se anima a los visitantes a participar en la restauración ambiental que se lleva a cabo en el ecosantuario a través de los programas que se ofrecen en el refugio de bienvenida.

Un toldo grande de acero y tela proporciona refugio del sol y la lluvia a un salón de clases al aire libre creado en la ladera. Debajo del techo, la forma de este aula se define por la posición de tres cerramientos de madera y pequeños jardines retenidos. El diseño juega con las connotaciones de materiales naturales y sintéticos en el marco del entorno en recuperación.

Cada recinto de madera ofrece un servicio diferente, que incluye el almacenamiento de material didáctico, instalaciones sanitarias y una oficina para el ecólogo del sitio. Esta oficina se abre al exterior con un gran puente levadizo para crear una plataforma nivelada en los días de enseñanza y demostración. Otro recinto incluye una cubierta de techo desde la que se puede apreciar una impresionante vista del valle. Se accede a esta plataforma a través de una escalera de madera verde tradicional hecha de un árbol de Manuka cosechado en el sitio de construcción.

Construido con materiales donados por 88 patrocinadores, el refugio de bienvenida utiliza técnicas de construcción muy simples. El enfoque adoptado apunta a producir el máximo programa ambiental, a través de mínimos recursos arquitectónicos.

El refugio es una puerta de entrada para los visitantes a este entorno especial, que incluye varias especies nativas en peligro crítico de extinción. El santuario ecológico tiene aproximadamente 120 hectáreas y durante los últimos 15 años se ha restaurado rápidamente gracias a los esfuerzos de Jeremy y Dame Anne Salmond. Con la eliminación de plagas y malezas invasoras, junto con la plantación de cientos de miles de árboles nativos, la ecología diversa en Longbush está comenzando a prosperar nuevamente.

Nunca antes en la historia de Nueva Zelanda un grupo tan grande y diverso de voluntarios y patrocinadores había creado una pieza de arquitectura pública. The Welcome Shelter crea un nuevo punto de referencia para la arquitectura de alta calidad generada por la comunidad que responde a las necesidades del entorno local.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/longbush-ecosanctuary-welcome-shelter.html